sábado, 31 de mayo de 2014

De médicos y otros yuyos, parte 2 (versión Luna)

Me inspiró leer el post de Cielo De médicos y otros yuyos

Mi camino fue más o menos parecido, y más o menos diferente jaja

Mientras estaba embarazada del único hijo que hasta ahora la vida me ha dado, viví en una "nube rosa". Mirándolo en retrospectiva, sí, lo viví contenta, pero demasiado despreocupada, total "estaba entregada a los médicos" (y bueno, para aprender hay que equivocarse). Claro, cuando nació mi hijo, en la clínica pasa un médico y me dice "tiene que hacer control a los 5 días, a los 15, y luego una vez por mes". Y yo pensé "quéeeeeee!!!!???? no busqué pediatraaaaaa!!!!". Yo, que siempre voy anticipandome a cada paso que doy, me olvidé.

Apenas llegada a mi casa, llamé a la obra social, y pedí turno con pediatra a los 5 días (qué nena obediente, puaj). Lo llevo a mi bebé: el pediatra me pareció una planta. No me gustó que alguien así atendiera a mi hijo. Pido el turno con otra pediatra para el control de los 15 días: un espanto, un "iceberg". Ese día, mientras esperaba que nos atendiera, otra mamá me dijo "pedí con tal, es divina". Entonces luego del iceberg, para el control de los 30 días, pedí turno con la "dra tal". Acostumbrada a que los dos anteriores por poco no me dan ni un "buenos días", que la "dra tal" me recibiera con un "hooolaaa que lindo bebéeeee" me compró je. Y a partir de ahí, la "dra tal" fue nuestra pediatra por más o menos tres años.

También, como Cielo, fui aprendiendo a tomar decisiones, más allá de los que digan los doctores (y todos los opinólogos que se cruzan por el camino). Recuerdo que para el control de los 4 meses, estaba en pleno auge la epidemia de la gripe A. En ese momento, con mucho miedo, y algo de culpa, decidí no llevarlo a ese control. ¡Las clínicas estaban saturadas de gente enferma! Y cuando en el control siguiente le conté a la pediatra, me dijo "hiciste muy bien! esto es control para niños sanos. estaba lleno de niños enfermos, y se les daba prioridad a ellos".

Así que poco a poco fui aprendiendo a empoderarme, y a tomar mis propias decisiones en elegir a tal o cual profesional de la salud que acompañe en el bienestar de mi hijo. Como dijo Cielo, ellos nos acompañan a tomar decisiones, no las toman por nosotros. ¿Anécdotas? Miles. Puedo contar anécdotas propias y de terceros de las malas y hasta pésimas decisiones que toman muchos médicos. Por supuesto, hay quienes toman buenas decisiones. Pero somos nosotros quienes debemos estar muy atentos y muy informados sobre qué médicos, especialistas y tratamientos son los mejores para nosotros. Es nuestro cuerpo y nuestra vida. Y el de nuestros hijos.

2 comentarios:

  1. Muy interesante vuestro blog, me pasaré a leeros. Os nominaré para el premio Best Blog, os dejo los míos Nominadas en el primer. Muchos éxitos!. Saludos!

    www.lienzosyletras.blogspot.com y www.misoary.blogspot.com

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