martes, 6 de enero de 2015

Pertenecer o no pertenecer, esa es la cuestión?

                                           

Hoy una amiga contó una situación con su madre y me hizo pensar un poco.
Generalmente, cuando escuchamos o contamos una situación de características desagradables en las que vivimos una discusión o recibimos una crítica para nada constructiva el consejo que más nos rodea o el que nos auto exigimos es "QUE TE RESBALE" Y a mí eso me suena raro. O sea, si alguien viene y me cuenta que lo asaltaron a mano armada no podría decirle "Bueno, ya pasó, que te resbale..." seguramente me preocuparía y le aconsejaría que haga algo para evitar una situación similar en el futuro (que cambie de camino, haga la denuncia, lo cuente en las redes sociales, dé características del agresor) Sin embargo, según la lógica de mucha gente, ante un comentario propiamente de mierda (y más si proviene de un familiar) se supone que debería no importarnos, POR QUÉ? Si es un comentario que hiere, por qué o cómo se supone que deberíamos dejar nuestros sentimientos a un lado?                    

En este caso, nadie le dijo que no le dé importancia al comentario sino que le meta un freno, sin embargo, ella dijo que su mamá va a discutir y ella no quiere. Pero eso no corta ni cambia al asunto, lo mantiene. Entonces me quedé pensando, por qué estamos tan atados a nuestros familiares como para perdonarles TODO? Qué nos lleva a tomar esa postura?
Siempre que no encuentro respuestas lógicas me imagino salvaje, el ser humano alguna vez fue salvaje, saben? Y me vino a la cabeza la perra de una amiga que tuvo 14 cachorros, las perras tienen 8 tetas, entonces lo que hacía era apartar a los cachorros más chicos que menos posibilidad de sobrevivir tenían para que no le saquen alimento a los que tenían más chances. Eso me hizo pensar que venimos con un chip mamífero que nos dice "hace todo lo posible para ser aceptado" porque no se serlo significa morir.

Claro, nosotros como adultos ya no necesitamos que nuestros padres nos acepten, no estamos en peligro de no ser alimentados o cuidados, porque eso ya pasó, ahora nos cuidamos y alimentamos por nuestros propios medios. Pero esta costumbre de seguir buscando la aceptación y pertenencia familiar perpetua a la eternidad. Nos carcome la culpa si somos los responsables de hacer que la familia pelee, o peor se divida (la maldición de la etiqueta de oveja negra al que revuela todo) Tenemos que masticar y tragar comentarios cargados de violencia y exigirnos que no nos afecten. Nos metemos en el cerebro que la familia es lo primero y es lo más importante. Por qué? Por qué nos cargamos de tantas responsabilidades? Tuve la experiencia de finalizar una relación con un familiar con el que viví por años, me comí miles de cosas para "no discutir" y cuando tuvo que explotar fue peor. Viví bajo un techo cargado de tensión y violencia por años, nadie de mi familia veía o era capaz de entender mi desamparo en ese lugar, excepto la persona que me ayudó a salir de ahí. Entonces, vale la pena REALMENTE no discutir? Ni siquiera hablo de discutir, sino de protegerte de esa violencia innecesaria. Un freno a tiempo puede causar en la otra persona un enojo enorme, si es verdad, pero esa persona elige reaccionar de esa manera y nosotros sólo estamos tratando de evitar un mal peor. Un freno a tiempo también significa que esa persona entienda que sus palabras o actos hacia nosotros son nocivos y nos lastiman.

No permitas que vuelvan a decirte algo que te hace mal. Vos vales mucho y es hora de protegerte más.