viernes, 9 de mayo de 2014

Para que?

El des-amor genera violencia. Un bebé no acunado es violentado. Un niño no escuchado, no respetado, ignorado, es violentado. Estamos creando adultos violentos. Estamos llevando nuestro mundo a la destrucción. Todo por seguir la fila. Por hacer “lo que nos mandan”. Por no cuestionar. Por tener miedo, o comodidad. Por no querer ver que seguimos girando en la ruedita como hámsters sin llegar a ningún lado, y que terminamos logrando lo que el sistema quiere: beneficiar a unos pocos.
Vieron que loco? Vieron como el nacimiento se relaciona a todo? Si nacemos en amor, si nos criamos en amor, generamos amor. Pero hoy nacemos en cautiverio, en cadena. El sistema “cama caliente” de las fabricas hoy pasó a las instituciones médicas. Cesárea tras cesárea, parto intervenido tras parto intervenido...lo importante es separar a madre y cria. “No lo toques” “No lo levantes” “No lo malcríes”. Esto genera angustia, genera miedo, genera violencia, que es lo que el sistema necesita para sobrevivir.  Alguna vez pensaron por qué nos genera tanta angustia dejar llorar a un bebé, se preguntaron porqué es tan difícil, porqué hay que hacer un esfuerzo enorme para hacer “lo que nos manda” el pediatra, la vecina y el verdulero. Porque tenemos inscripto en lo mas profundo de nuestro código genético que tenemos que hacernos cargo de esa cria! Que tenemos que hacerla sobrevivir! Que necesitamos cuidarla y cobijarla porque si no nuestra raza humana jamás hubiera sobrevivido.
Necesitamos volver a escucharnos, volver a lo natural. Volver a ver madres amamantando donde sea sin horrorizarnos. Volver a ver madres trabajando, con sus crías a la espalda, volver a ver niños en cualquier lado y a cualquier hora. Dejar de necesitar de colegios doble turno, guarderías, clases extracurriculares, salones para niños, restoranes con pelotero... Son parte de nuestra vida, no podemos seguir manteniéndolos aparte, dentro de la maquinita de “educar” y encima después quejarnos cuando se convierten en adolescentes sufrientes o en adultos abandónicos.
Recordemos, que lo que ellos sean mañana, es lo que nosotros estamos haciendo con ellos hoy. No es tan difícil. Los niños no “son”, los “hacemos”. Los hacemos cariñosos u odiosos. Los hacemos tranquilos o nerviosos. Los hacemos empáticos o indiferentes. Hagámonos cargo de nuestro rol, si elegimos ser madres. Estamos creando la nueva realidad, estamos creando el mañana.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario